INDIGNADO MAL

Como ciudadano federaense estoy muy indignado con los funcionarios políticos que estuvieron en la asamblea popular del jueves 29 de abril a la noche pidiendo viviendas. La gente estaba muy mal, muy irritada por la falta de acción política de quienes “nos representan o deberían hacerlo”.

Comprobado está -o al menos hay una fuerte presunción de ello- de que el pueblo en general está cansado de la violencia verbal y/o física por parte de los dirigentes políticos, no en vano se comenzó la asamblea invocando el nombre de Jesús “Rey de la Paz”. Sin embargo los funcionarios que hicieron uso de la oratoria en vez de serenar los ánimos cuando algunas personas en su ardor verborrágico –por lo tensa de la situación- echaban culpas o violencia verbal contra las instituciones intermedias (con o sin razón ya que no soy quién para juzgar ésto) les daba la razón y sectorizaba a la población federaense poniendo énfasis en las 4x4 que poseen ciertos manifestantes que se habían expresado el día anterior y todo ése tipo de chabacanerías. Ni el cura se salvó, siendo vilipendiado incluso hasta por la radio.

Quiero recordarles a la población pero especialmente a los señores excelentísimos y reverendos políticos, que la Constitución Nacional nos da el derecho de participar de la administración pública afiliándonos a un partido político, es verdad, pero también es muy cierto que cuando un ciudadano accede y hace uso de ese derecho, éste se convierte en una obligación para con el pueblo.

Algunas de dichas obligaciones que tienen estos individuos para con el pueblo que los votó están plasmadas en el Preámbulo de dicha Constitución y son las siguientes: “…constituir la unión nacional, afianzar la justicia, proveer a la defensa común y promover el bienestar general”.

Pues nada de eso se cumplió, ya que incitaron la división de clases sociales –más de la que ya existe- se afianzó la injusticia ya que el pueblo se hizo oír ante la sordera política, y se promovió el malestar al incitar los mismos dirigentes políticos a repudiar a la gente que se había manifestado por la inseguridad el día anterior.

Yo les recuerdo que no voté a nadie de las instituciones intermedias para que me representen ni tampoco al Padre Roberto Percara, como para tomarme la atribución de exigirles que defiendan mis derechos como ciudadano, yo los voté a los políticos, esos que tienen el deber no sólo moral sino también y más importante aún el deber LEGAL de ocuparse de la gente, pero en serio, porque resulta que cuando la gente hasta los tildó de mafiosos, ellos actuaban como si hablaran de otras personas y no se hacían cargo de las obligaciones que asumieron desde el año 2.003.-

LUCAS SEBASTIAN STERNUTO Vice Presidente 2º de la JR Federación